Dentro del módulo de video se propone como primer ejercicio entregar una propuesta que gire entorno al eje temático "yo, nosotros, ellos", para dicha propuesta se pretendia realizar el siguiente video.
En la propuesta se explora la idea del autoconocimiento y autorreconocimiento a través del propio cuerpo, pero ese cuerpo aparece a la vez un cuerpo extraño y autónomo, tomo conciencia de mi existencia a través de un elemento que aparentemente funciona de manera automática, independiente de la conciencia y el reconocimiento, la pulsación de una vena me permite reconocer que doy señales de vida que se pueden interpretar más allá de lo que quiero manifestar, quiera o no quiera ser reconocido como ser vivo mi cuerpo gritará que estoy vivo; una vena, que parece viva por sí misma, me da la sospecha de que estoy vivo. La primera vez que reconocí esta vena, hace varios años, vino a mi mente la frase de Tchéky Karyo encarnando al Inspecteur Sauveur Cristini en el film de Jan Kounen ‘Dobermann’: “Vivant! Je suis vivant”(apromidamante en -01:30:28,447-). Estas palabras las menciona el personaje en medio de un delirio de muerte, l’Ispecteur Sauveur Cristini se hace consciente de su vida en el momento mismo de su muerte, así mismo me hago consciente de mi existencia en un acto inconsciente de mi cuerpo. Sin embargo, durante el tiempo que tuve para realizar la propuesta la vena se reusó a palpitar, mi cuerpo se reusó a darme signos de vida, no encontré ninguna vena o palpitación convincente para reemplazar aquella vena; me dispuse a buscar un video hecho con anterioridad en mi archivo personal con resultados negativos… recordé a la vez que me percaté que aquel archivo de videos conformaban una especie de reflejo de mi, una imagen de mi personalidad que se construye gracias al azar y a los prejuicios de quien pueda acceder a ese archivo… de ahí la segunda propuesta.
Este video en parte es un esfuerzo metodológico y en parte es una forma de retratar las influencias, suertes, decisiones y confluencias que convergen en un individuo, concretamente en mí. El video consta de cuarenta videos superpuestos y con el mismo grado de transparencia, los videos provienen de mi archivo personal, son fragmentos de un minuto tomado de mi colección de películas, series y videos musicales que traje desde Colombia. Los videos no integran el total de la colección que tenía en mi archivo personal, por cuestiones de equipaje y capacidad de almacenamiento sólo pude traen conmigo una parte (aunque bastante amplia) de aquella colección, la decisión de qué traer y qué no dependía de la calidad del video, qué tan difícil me resultó conseguirlo, si había visto el video o no, si lo quería volver a ver e incluso si era alguno que no había visto y no tenía deseos de ver; al final de esta serie de circunstancias resulta una especie de perfil de mi mismo (lo que sucede en facebook, cuando se revisa el perfil de alguien aparecen los gustos y preferencias de la persona así como también cuáles de esos gustos y preferencias se comparten) que no es otra cosa que el retrato de mi persona en un tiempo y espacio determinado y bajo unas influencias externas concretas que delimitan la complejidad del ser a una impresión plana y estereotipada del individuo (le gusta el cine francés, es un intelectual; le gusta el anime, es un otaku). Sin embargo, no deseaba crear un listado títulos de series de televisión, películas, canciones, etc., ni mostrar ese listado en secuencias de imágenes, presisamente porque el acto poco daría cuenta de las tensiones que confluyen en el gusto, las decisiones y la personalidad; como solución formal decido entrelazar todos los videos en una sola trama que (parafraseando a Shrek) diera cuenta de esa personalidad a través del gusto por medio de capas superpuestas que se confundieran (convergieran) en una cacofonía de imágenes y sonidos que se presentan (a mi parecer) como imagen reflejo del espacio-tiempo determinado del yo que se construyo en el momento de elaborar el video.
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