miércoles, 28 de septiembre de 2011

Los objetos en el espacio

2 objetos, un ejercicio estético en dos horas.





¿Qué tienen en  común una cámara digital fotográfica con el objetivo dañado y un billete de mil pesos colombianos en Argentina? Que ambos son objetos inútiles que se ven desprovistos de su valor instrumental y simbólico, y sin embargo, al mismo tiempo ganan otro tipo de valores, estéticos, anecdóticos, como curiosidad, etc.


Ambos objetos, en su calidad de inservibles, de ‘basura’, fácilmente se pueden entender como metáfora de lo arbitrario, del carácter simbólico de lo valioso.












Ambos objetos responden a una convención social, un contrato que tiene vigencia en unas condiciones determinadas tanto del entorno como del objeto en si. Gran parte de la producción del arte contemporáneo responde a una convención social que en muchas ocasiones queda difícil de determinar cuál es si se está fuera del circulo del arte; igual el billete, que fuera de Colombia no se sabe cuál es su valor real; igual que la cámara, si no funciona es difícil imaginar cuál es el valor del objeto por fuera de su función. A la cámara y el billete los une el vacío de sentido que los rodea… y el vacío siempre tiende a llenarse. A través de un acto simple se unen los elementos para redondear su vacío, fracturar el billete, romperlo (lo cual es un delito en Colombia) para terminar de acabar con su funcionalidad, luego sostener sus partes con la cámara como pisapapeles. Pero estos objetos en si mismos siguen siendo basura, no pueden resignificarse por sí mismos, hace falta algo que los señale y los incluya dentro de una convención social que permita estructurar un discurso en  cual su carencia de significado sea importante y que potencialmente genere nuevas construcciones de sentido en cada una de las personas que experimenten el objeto. Uno de los posibles sitios es un banco, en donde las convenciones del dinero se establecen, otro posible sitio es la sala de exposiciones, en donde en muchas ocasiones los objetos carentes de valor vienen a resignificarse y revalorarse, y en donde gran parte del público no sabe realmente cuál es el valor y sentido de los objetos que tiene ante si. En un lobby de exposiciones hay una exposición de fotografía, un pedestal y una ficha técnica para camuflar el objeto y hacerlo dialogar con las fotografías ahí expuestas, fotografías de edificaciones abandonadas, paisajes semirrurales y objetos oxidados. El espacio expositivo valida, el espacio expositivo obliga a repensar lo que se encuentra dentro de él, el espacio expositivo señala, valora y hace interactuar todo lo contenido en él; esta interacción puede ser feliz o infeliz… 

Espacio expositivo sin la intervensión del objeto

Presentación del objeto en el espacio a la clase

Primer plano del objeto ubicado en el espacio

























Experiencia realizada por Jorge Vaca y Camilo Augusto Pineda Díaz
2011.

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